Emelina Lopez De Estrada

EMELINA LOPEZ DE ESTRADA, nació en el municipio de Metapán, Santa Ana, El Salvador. Fue la tercera de cuatro hermanos. Se caso a los 16 años con José David Estrada. Madre de 7 hijos, abuela de 11 nietos y bisabuela de 4, suegra de 4 nueras y un yerno. Como a los 33 años Dios tuvo misericordia de ella y la llamo a salvación. Tiempo desde el cual mantuvo una relación personal con nuestro Salvador Jesucristo. guio a sus hijos al conocimiento de la verdad de la Palabra. Fue miembraactiva de iglesia Fuente de Luz de Metapán. Sirvió comodiaconisa, ayudaba para las escuelas de verano de los niños, trabajo con el ministerio femenil por muchos años, visitaba a los enfermos y en todo lo que ella podía siempre estaba con la buena disposición de servir a Dios y a los hermanos.

Fue una mujer comprometida con la Palabra. cuido se su hogar como la Biblia lo manda, cuido a su esposo hasta el últimomomento de su vida y estuvo con él en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte les separo como se prometieron cuando se casaron.

Fue una mujer de fe y oración. Cada día desde que se despertaba hasta acostarse estaba orando y hablando con Dios. Le gustaba estar en sintonía con la Radio Stereo Fuente de Luz. Escuchaba las alabanzas y las enseñanzas impartidas por medio de la radio. 

En Resumen, Emelina fue una hija de Dios (Por los méritos de Cristo), una excelente esposa, madre, hermana, abuela, bisabuela, suegra, tía, amiga, vecina, sierva del Señor.

Meses después que enviudo viajo para vivir en Estados Unidos cerca de sus hijos y familia a quienes amaba con todo su corazón. Fueron tres meses y medio y ella decía que su deseo era volver a El Salvador. Sin embargo, su destino era vivir con Su Salvador porque ahora ya goza en la presencia de Su Señor. 

Romanos 8:38-39

38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.