Rolando Linares

Rolando Linares, un querido padre, abuelo y amigo, falleció el 16 de enero de 2024 en Lynwood, California. Nació el 17 de junio de 1952 en Guatemala de sus amados padres Clara Luz Ruano y David Linares. Rolando trajo alegría y risas a las vidas de quienes lo rodeaban y lo extrañaremos profundamente.

A lo largo de su vida, Rolando priorizó pasar tiempo con su familia. Tenía un vínculo especial con sus nietos y apreciaba cada momento que pasaba con ellos. Su rostro se iluminaba de felicidad mientras interactuaba con ellos, mostrando el cariño y amor que sentía por cada uno de ellos.

Uno de los placeres simples de la vida de Rolando era saborear frijoles negros y tortillas. Mientras estos platos tradicionales estuvieran presentes, encontraba alegría y satisfacción. Para él, las reuniones familiares tenían una importancia especial independientemente de la ocasión. Ya fuera una celebración de cumpleaños o una fiesta navideña, Rolando apreciaba cada oportunidad de estar rodeado de sus seres queridos.

Conocido por su personalidad contagiosamente divertida, Rolando fue el alma de la fiesta. Con un gran sentido del humor, podía aligerar sin esfuerzo el ambiente de cualquier habitación en la que entrara. Su naturaleza bien comunicada hacía que fuera cautivador hablar con él; la gente se sintió atraída por sus palabras como las polillas por la llama. Todos los que lo conocieron no pudieron evitar gravitar hacia él debido a su calidez y naturaleza acogedora.

Además de ser un increíble hombre de familia y un conversador entretenido, Rolando sirvió en el ejército en Guatemala. Se sentía inmensamente orgulloso de su posición dentro del servicio secreto guatemalteco, donde protegía diligentemente a los políticos en el cargo. Su compromiso de servir a los demás demostró su profundo sentido de lealtad y amor por su país.

Fuera del trabajo y la vida familiar, Rolando disfrutaba cantar karaoke y escuchar música de diversos géneros. Ya fuera cantando sus canciones favoritas o sumergiéndose en las melodías, la música era una fuente de gran alegría y relajación para él.

Si bien Rolando logró muchas cosas en su vida, nada lo enorgullecía más que los éxitos de sus hijos. Encontró una inmensa alegría y satisfacción al ser testigo de sus logros, regocijándose en cada hito que alcanzaban. Su amor por su familia no conoció límites y siempre será recordado por el orgullo que tenía por todos y cada uno de ellos.

Rolando Linares deja un legado de amor, risas y recuerdos preciados. Le sobreviven sus hijos Marco, Heidy, Claudia, Jennyfer, Rolando Jr., Eduardo, David y Evelyn. Aunque su presencia física puede estar ausente, el impacto que tuvo en las vidas de sus conocidos nunca se desvanecerá.

Al despedirnos de Rolando, celebremos la extraordinaria vida que vivió. Que siempre recordemos su espíritu amoroso, su risa contagiosa y su afecto genuino por los demás. Aunque nuestros corazones sufren de tristeza por su pérdida, encontramos consuelo al saber que descansa en paz eterna. El recuerdo de Rolando quedará grabado por siempre en nuestros corazones.

English Version

Rolando Linares, a beloved father, grandfather, and friend, passed away on January 16, 2024, in Lynwood, California. He was born on June 17, 1952, in Guatemala to his loving parents Clara Luz Ruano and David Linares. Rolando brought joy and laughter to the lives of those around him and will be deeply missed.

Throughout his life, Rolando prioritized spending time with his family. He had a special bond with his grandchildren, cherishing every moment he spent with them. His face would light up with happiness as he interacted with them, showcasing the affection and love he felt for each one of them.

One of Rolando's simple pleasures in life was savoring black beans and tortillas. As long as these traditional dishes were present, he found contentment and satisfaction. In his eyes, family gatherings held a special importance regardless of the occasion. Whether it was a birthday celebration or a holiday feast, Rolando cherished every opportunity to be surrounded by loved ones.

Known for his infectiously funny personality, Rolando was the life of the party. With a great sense of humor, he could effortlessly lighten the mood of any room he entered. His well-spoken nature made him captivating to talk to; people were drawn to his words like moths to a flame. Everyone who met him couldn't help but gravitate towards him due to his warmth and welcoming nature.

In addition to being an incredible family man and an entertaining conversationalist, Rolando served in the military in Guatemala. He took immense pride in his position within the Guatemalan secret service where he dutifully protected politicians in office. His commitment to serving others demonstrated his deep sense of loyalty and love for his country.

Outside of work and family life, Rolando enjoyed singing karaoke and listening to music from various genres. Whether it was belting out his favorite tunes or immersing himself in the melodies, music was a source of great joy and relaxation for him.

While Rolando achieved many things in his life, nothing made him prouder than the successes of his children. He found immense joy and satisfaction in witnessing their accomplishments, rejoicing in every milestone they reached. His love for his family knew no bounds, and he will forever be remembered for the pride he had in each and every one of them.

Rolando Linares leaves behind a legacy of love, laughter, and cherished memories. He is survived by his children Marco, Heidy, Claudia, Jennyfer, Rolando Jr., Eduardo, David, and Evelyn. Though his physical presence may be absent, the impact he had on the lives of those he knew will never fade.

As we bid farewell to Rolando, let us celebrate the extraordinary life he lived. May we always remember his loving spirit, contagious laughter, and genuine affection for others. Though our hearts ache with sadness at his loss, we find solace in knowing that he rests in eternal peace. Rolando's memory will forever remain etched within our hearts.